87 im veterinaria La detección de parásitos intestinales es fundamental para garantizar la protección de los pacientes y sus familias frente a riesgos zoonóticos Un caso concreto: la Giardosis La Giardosis es un proceso parasitario causado por Giardia spp, afectando sobre todo a animales jóvenes, inmunocomprometidos y geriátricos. Son parásitos de ciclo directo, la forma parásita se encuentra adherida a la mucosa intestinal. Los quistes son arrastrados y excretados con las heces en el medio ambiente, estos, son inmediatamente infectantes para otros animales, la transmisión es siempre fecal-oral. La clínica puede presentarse en dos formas, una forma asintomática, sin signos clínicos, pero altamente infectante y una forma sintomática, que puede ser de curso agudo, en él podremos encontrarnos con náuseas, vómitos, ebre, anorexia, diarrea explosiva de mal olor y con dolor abdominal por la distensión de abdomen. Debido a la patogenia del parásito, tendremos daño en la mucosa intestinal, por lo que habrá mala absorción de nutrientes. Es normal ver animales con deshidratación, pelo sin brillo, aletargados y en cachorros puede observarse un retraso en el crecimiento. Este proceso acaba croni candose y desapareciendo la sintomatología. Como consecuencia de la acción del parásito, tendremos un proceso in amatorio en intestino, donde se podrá observar in ltración de linfocitos, macrófagos y eosinó los. Debido a la destrucción y acortamiento de las microvellosidades intestinales, se observará una mala absorción de nutrientes, afectando sobre todo a las proteínas, ácidos grasos, azúcares y vitaminas. En la analítica, se apreciará un hematocrito alto debido a la diarrea, linfocitosis y eosino lia, esta última no muy marcada. Debido a la diarrea podremos también observar ciertos desequilibrios electrolíticos. Es importante su detección y tratamiento por su carácter zoonótico, también porque la Giardia spp puede actuar como precursora y desencadenante de otras afecciones en el perro y el gato. Autor: Jesús Larrazabal, DX National Vet Manager agitar rápidamente el tubo en círculos. Los huevos que se encuentren en las heces otarán en la parte superior y podrán ser recogidos y analizados en el microscopio. En el frotis fecal directo, el objetivo es detectar, principalmente, bacterias y parásitos. Se usa una pequeña porción de las heces recogidas, a ser posible tomada del centro de la masa fecal, y se mezcla con agua o con una solución salina hasta lograr una capa na. A continuación, se coloca un cubreobjetos y se observa en el microscopio. Aunque se puede no observar forma alguna de parásitos, es una técnica fundamental porque, aparte de su sencillez y rapidez, es clave para detectar algunos parásitos que de algunas otras formas no se pueden ver. En el caso de la otación fecal, se coloca una pequeña cantidad de heces con una solución saturada de NaCl en un recipiente de plástico. Se disgregan las heces, y pasado un tiempo determinado, se consigue la concentración de los elementos de diseminación (huevos, larvas y quistes) debido a su menor densidad. A continuación, se usará el microscopio para analizar los huevos, larvas y quistes que hayan podido aparecer. Por lo general, suele ser la técnica más empleada en los laboratorios de parasitología, pues se pueden observar la mayoría de huevos y larvas de nematodos, los ooquistes de coccidios y algunos huevos de cestodos. En cuanto a la centrifugación en heces, la técnica es parecida a la otación fecal. Se coloca la mezcla de las heces con una solución especial en un tubo de ensayo, pero, en este caso, se usa una centrifugadora para
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